jueves, 26 de marzo de 2015

"UN POCO DE HISTORIA PARA UNA FISCALIA DESMEMORIADA" - PUBLICACION DEL AÑO 2005 - "PEZ GORDO" LA MAFIA DE PRODUCE

http://panamericana.pe/politica/11253

El “pez gordo” del ex ministro Reátegui

Martes 28 de Junio del 2005, 07:07 AM
A continuación, reproducimos el artículo publicado hoy en el diario "La Primera": En el exclusivo mundo de la pesca, Óscar Peña Aparicio no sonaba mucho hace cuatro años. Luego, la crema y nata de los industriales del mar lo fue conociendo como “el más reputado vendedor” de las apetecidas licencias para operar embarcaciones pesqueras. Su influencia subió como la marea cuando su amigo Javier Reátegui ocupó el Ministerio de la Producción (PRODUCE). Pero cayó, igualmente, con la salida del citado ministro, pues ahí se comenzó a descubrir cómo en dicha cartera se tramitaron irregularmente costosas y escasísimas licencias de pesca para Peña. Y cómo éste luego, usando testaferros, las puso en manos de importantes pesqueros… ¡Y hasta de una empresa de Reátegui! Un festín de varios millones que ahora sale a la luz. DUEÑO ORIGINAL En 1975 la empresa Pesquera Mar, de los hermanos Antonio, Pedro y Eusebio Saavedra, tenía cuatro embarcaciones anchoveteras y una planta industrial en el puerto de Chicama. El negocio iba viento en popa, hasta que el gobierno militar de Juan Velasco les expropió todo. Los Saavedra demandaron al Estado y en 1992 el Poder Judicial les dio la razón. Pero el Estado no les devolvió nada aduciendo que todo había sido vendido a terceros y los Saavedra volvieron a los tribunales, sin éxito. En el 2002 uno de los hermanos, Eusebio, conoció a óscar Peña, y éste le propuso intervenir para ganar el litigio. Según Saavedra, Peña -que decía ser amigo del ministro Reátegui- le hizo firmar un documento cediéndole los derechos sobre el juicio de Pesquera Mar, bajo el argumento de que así le sería más fácil gestionar la devolución ante el PRODUCE. Al firmar, Saavedra recibió de Peña 46 mil dólares. Con ese documento y rápidas gestiones en el Poder Judicial –para las cuales dice Saavedra que falsificaron su firma–, Peña recuperó los permisos para los cuatro barcos y la licencia de la planta. Increíble, pues las licencias son muy costosas y escasas. Saavedra exigió lo suyo, pero Peña le dijo que con los 46 mil dólares la cuenta estaba saldada. FESTÍN DE LICENCIAS Amparado en el fallo judicial, en agosto del 2003, Peña logró que, con inusual rapidez administrativa, PRODUCE le otorgara los permisos de pesca para tres de los barcos, para pescar en total 700 toneladas de anchoveta, y la licencia para operar la fábrica. El permiso para la cuarta embarcación, de 440 toneladas, le fue concedido en noviembre. Pero más grave que esa sospechosa celeridad es que PRODUCE le autorizó hacer lo que le vino en gana con las licencias, pues con el visto bueno de esa cartera, Peña fue dividiendo y transfiriendo los permisos a diferentes empresas registradas a nombre suyo o de presuntos testaferros. Al final, los cuatro permisos de pesca terminaron repartidos entre Peña, el Grupo Brescia y el propio Reátegui (ver cuadro 1). TESTAFERROS Establecimiento Marino S.A.C., una de las compañías involucradas en esto, sería una empresa fachada de Peña. Según su registro notarial, los socios son Misael Moreno Fernández y Jorge Arseno Sánchez. La Primera constató que en ese entonces Moreno vivía en un pueblo joven de Villa El Salvador y no tenía Ruc. Y las investigaciones de PRODUCE han concluido en que este “propietario de embarcaciones valorizadas en US$ 1’473,000” no registraba propiedades pesqueras ni “solvencia económica”. Por otro lado, al ser ubicado por este diario, Arseno Sánchez nos pidió que lo llamáramos a un teléfono que resultó estar registrado a nombre de una empresa de Peña. Luego está la señorita Dayana Ríos Fernández, de 27 años. Cuando Peña le transfirió parte de los costosos permisos, no tenía siquiera Ruc. Pero la gestión de Reátegui no indagó sobre esto, sino todo lo contrario. En setiembre del 2003, PRODUCE autoriza a Dayana Ríos a traspasar un permiso de pesca de 65 toneladas -de las 368 que había recibido- ni se imaginan a quién. AMIGO MINISTRO Dayana Ríos vendió ese permiso por 65 toneladas a la pesquera Inmobiliaria del Carmen S.A., propiedad del entonces ministro Javier Reátegui. Gracias a eso, la empresa de éste aumentó la capacidad de bodega de su barco “Amazonas 7” de 155 a 220 toneladas. Pero quien hizo esa venta fue Peña, lo cual demostraría que Dayana Ríos habría sido su testaferra. Esto lo confirmó a La Primera el propio Reátegui. Según él, Inmobiliaria del Carmen le pagó a Peña 500 dólares por metro cúbico. Raro, pues según pesqueros consultados, el precio del metro cúbico no baja de 3,000 dólares. ¿Eran acaso las gracias por tanta eficiencia? CONTINÚA EL FESTÍN Luego, nuevas resoluciones de PRODUCE autorizan más transferencias a Pesquera Mar y Mundo S.A.C., otra empresa de Peña. Luego, Mar y Mundo S.A.C le vende parte del permiso a Tecnológica de Alimentos S.A. (Tasa), empresa del Grupo Brescia. Y con el permiso de pesca para 322 toneladas, Peña puso en marcha a la embarcación “Osquitar”. LICENCIA CON YAPA Con la licencia de la fábrica también ocurrió algo raro. A pesar de que ésta era originalmente para procesar 40 toneladas/hora, PRODUCE se la da para 72 toneladas. Luego PRODUCE (ver cuadro 2) autoriza que dicha licencia se transfiera a la empresa Buena Vista S.A., también de Peña. Y un mes después, el 19 de enero del 2004, Peña se la vende al Grupo Brescia. En total, por los permisos de pesca y la licencia de planta, Peña recibió de Brescia 1 millón 800 mil dólares. Negociazo. AUDITORÍA Eusebio Saavedra se quedó estupefacto al ver que Peña lo había engañado, pues a cambio de 46 mil dólares, él había hecho una fortuna. Así que cuando Reátegui dejó PRODUCE, lo denunció. El ministro entrante, Alfonso Velásquez, ordenó una auditoría que halló “indicios razonables de comisión de delito”. Entre las irregularidades estaba el notificar actos administrativos con fechas anteriores a su expedición, resolverse solicitudes el mismo día que se presentaron a trámite, y otorgar derechos que ya eran ejercidos por terceros. Además verificaron que los temporales dueños de los permisos eran gente vinculada a Peña y sin capacidad económica. Entonces, el viceministro de Pesquería, Alejandro Jiménez, anuló los permisos dados a Peña y a Tasa. En cuanto a la planta, su licencia original era de 40 tn/hora, pero el ministerio la amplió a 76 tn/hora sin aparente razón. “En consecuencia la ejecución del fallo judicial mandatario se ha efectuado ilegalmente mediante las resoluciones directorales”. Según el ejecutivo de Tasa, Humberto Speziani, no sabían que las licencias que les vendió Peña eran irregulares. “Aquí los únicos perjudicados somos nosotros por comprar algo que nos ha traído problemas. Si tuviese que hacer de nuevo negocios con Peña, no creo que los Brescia me autoricen a hacerlo”, dijo. Óscar Peña asegura que no estafó a Eusebio Saavedra, niega que su amigo Reátegui y la gente de PRODUCE lo hayan ayudado, y niega ser socio del ex ministro. Aunque afirma sentirse respaldado por documentos, lo cierto es que son varios los que señalan que él y Reátegui hicieron su gran pesca en el sector.